Los divertículos son pequeñas bolsas o sacos que se forman en las paredes del colon o intestino grueso, especialmente en el colon sigmoides (ultima porción del colon). Estas formaciones son comunes en personas mayores, aunque también pueden ocurrir en personas más jóvenes
Causas:
Dieta baja en fibra: Una dieta baja en fibra puede aumentar la presión en el colon, lo que puede contribuir a la formación de divertículos.
Envejecimiento: Con la edad, las paredes del colon se debilitan, lo que puede facilitar la aparición de divertículos.
Genética: La predisposición genética también puede jugar un papel importante.
Síntomas:
Asintomáticos: Más del 80% de las personas que tienen divertículos en colon son asintomáticos.
Enfermedad diverticular sintomática no complicada: Solo un 10 a 20% de las pacientes que tienen divertículos en el colon presentan síntomas gastrointestinales no complicados como; dolor abdominal localizado en la parte inferior izquierda del abdomen, distensión abdominal, estreñimiento y/o diarrea.
Enfermedad diverticular complicada: Menos de un 5% de los individuos que tienen divertículos la presentan. La enfermedad diverticular complicada comprende principalmente a la diverticulitis, sangrado diverticular y fístula colovesical.
Diverticulitis: Ocurre cuando un divertículo se inflama y se perfora. Esto puede causar síntomas como dolor abdominal intenso localizado en parte inferior izquierda del abdomen, fiebre, escalofríos, nausea y vómito.
Sangrado diverticular: secundario a ruptura de vasos sanguíneos adyacentes a los divertículos. No generan dolor y se presenta un sangrado profuso color vino.
Fístula colovesical: La inflamación de un divertículo pueden formar un agujero entre el colon y la vejiga, ocasionando una comunicación anormal entre estas dos estructuras. Esta condición permite que el contenido del colon, como heces y gas, pase a la vejiga, lo que provoca infecciones urinarias recurrentes.
Tratamiento:
En casos de enfermedad diverticular sintomática no complicada, el tratamiento suele ser conservador, con cambios en la dieta (aumento de fibra) y, en algunos casos, medicamentos para aliviar el dolor.
En casos de diverticulitis, el tratamiento puede incluir antibióticos, reposo intestinal (dieta líquida o sin fibra), y en casos graves cirugía.
El sangrado diverticular cede espontáneamente en el 70-90% de los casos. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que presentan una hemorragia diverticular es necesario el ingreso hospitalario para su vigilancia, solo en casos graves o refractarios se puede requerir una cirugía de urgencia.
La cirugía es la única opción para tratar una fístula colovesical.





